¿Todavía creemos en los mitos sobre la lactancia materna?

El MITO, es un relato tradicional, basado en creencias de diferentes comunidades… Y en la lactancia materna, existen muchos de ellos, no sabemos el origen de la mayoría, pero lo que sí sabemos es que se siguen transmitiendo de una generación a otra, causando inseguridad en la madre y muchas veces el abandono de la lactancia.
Veamos cuales son los más escuchados y contrastemos con la información real:
1. MITO: Tener el pecho ó espalda descubierta, ocasionará que se seque la leche.
REALIDAD: tener una manta o un abrigo mientras se da de mamar, ocasiona incomodidad a la madre, siente calor y poca libertad de movimiento. Además no hay ningún estudio que demuestre tal afirmación.
2. MITO: tengo senos pequeños, no voy a tener leche.
REALIDAD: la producción de leche depende de 2 acciones; la succión del bebé, una buena posición,  y de la buena hidratación de la madre.
3. MITO: todos los líquidos que se consumen deben ser tibios, porque se seca la leche.
REALIDAD: mantenerse hidratada es bueno, pero nada tiene que ver la temperatura del agua que se ingiere con la producción de la leche
4. MITO: no tengo pezón, mi bebé no se va a pegar del seno.
REALIDAD: el agarre correcto debe ser, en el cual entra parte de la areola en la boca del bebé, si sólo coge el pezón, este termina lastimado y además no sale leche suficiente, por lo que al final el bebé queda con hambre.
5. MITO: la leche después del año, no alimenta
REALIDAD: Las investigaciones confirman que la leche materna que se produce en el segundo año es muy similar a la del primer año (Victora 1984). Aun después de dos años o más, la leche materna continúa siendo una fuente valiosa de proteínas, grasas, calcio y vitaminas (Jelliffe y Jellfife 1978).
6. MITO: no puedo comer alimentos como: granos, hortalizas, carnes rojas, arroz, leche…
REALIDAD: durante la lactancia la madre necesita una dieta balanceada, que aporten todos los nutrientes necesarios, no está demostrado que los alimentos que usualmente le producen gases a la madre, también le produzcan gases al bebé.
7. MITO: Dé solo 15 minutos de cada seno.
REALIDAD: Los recién nacidos, que apenas están aprendiendo a mamar, no siempre son tan eficientes al pecho y a menudo requieren mucho más tiempo para comer. Amamante a libre demanda.
8. MITO: el bebé no ha ganado peso, mi leche no tiene nutrientes.
REALIDAD: Los estudios demuestran que aún las mujeres desnutridas son capaces de producir leche de suficiente calidad y cantidad para suplir las necesidades de crecimiento del niño. En la mayoría de los casos, el escaso peso se debe al consumo insuficiente de leche materna derivado de horarios estrictos, de una inadecuada succión o un problema orgánico del niño.
9. MITO: la leche materna le causó alergia a mi bebé.
REALIDAD: La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede ingerir. Si el bebé muestra señas de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se deben a alguna proteína ajena que ha logrado entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí. Esto se remedia fácilmente eliminando el alimento ofensivo de la dieta materna durante un tiempo.

Por: Anyela Balaguera
Enfermera neonatal. Fundadora y asesoría en @amalactar
Consejera de Lactancia materna por la UNICEF.

FUENTES CONSULTADAS
-Nursing Beyond One Year.
Sally Kneidel New Beginnings, Vol. 6, No. 4, Julio Agosto 1990, Págs. 99-103
-Manual de lactancia materna, Ministerio de Salud Chile 2010